Un nueva eliminatoria comenzó para Venezuela que no solo presentaba un cuerpo técnico extranjero, sino una convocatoria 100% legionaria. Pero si se quiere apostar a una cita mundialista también es necesario cambiar otras cosas como la mentalidad y la actitud, por ejemplo, las cuales no supieron demostrar ante una Colombia que sigue realzando su buen nivel.
Y es que la odisea que vivió la Vinotinto previo al encuentro se extendió durante los primeros 45 minutos, donde los locales supieron aprovechar las típicas grietas defensivas venezolanas de siempre. Duván Zapata como el propio 9 de área y una doble faceta de Luis Muriel, definiendo con tranquilidad en una y exprimiendo su velocidad ante Chancellor en otra, fueron más que suficiente para un primer partido que sirvió para darle golpes de realidad a la selección que ahora dirige José Peseiro.
Los apuntes
Sin tiempo de trabajo era muy poco probable que se viera «la mano» del portugués en la selección. ¿Qué hacer en ese caso? Apostar por lo seguro. Venezuela volvió a manejarse como si Rafael Dudamel estuviera todavía en el cargo, incluso en la tardía reacción de los cambios. Una defensa que sigue debiendo, el medio sector con poca visión de juego y la falta de un delantero centro que igualmente no hubiese cambiado nada. De los errores se aprende y es necesario anotar esos detalles para no tropezarse con la misma piedra otra vez.
Falta de minutos
En la previa se debatió bastante al respecto. Aunque se tenga a un fenómeno en la arquería como Wuilker Fariñez, la falta de ritmo futbolístico podía pesarle, y así sucedió. Achacarle los tres goles no sería lo justo, pero el joven caraqueño se notó dubitativo en algunas acciones, como en un remate lejano que casi se le cuela al fondo de las redes y en la jugada del tercer gol donde quedó a deber. Ser suplente en un club es una nueva experiencia que deberá asimilar y evitar que le afecte a futuro si no quiere pasar por lo mismo. Mientras tanto, Joel Graterol espera con ansias tener una oportunidad que desde hace rato merece.
Lo de siempre
El dolor de cabeza cada vez es más fuerte para la Vinotinto. Las grietas en defensa se mantienen y aún no hay señas de resolverse, por lo menos en esta ocasión tampoco se pudo. No contar con Mikel Villanueva ni Yordan Osorio hizo que Wilker Ángel y Jhon Chancellor fuesen el intento de muro ante el portentoso físico de Duván Zapata y la agilidad de Luis Muriel. Ambos centrales se vieron lentos y eso pesó en demasía. En cuanto a los laterales, el izquierdo sigue siendo el punto más débil al no contar con un zurdo natural, esto sin mencionar que el desempeño de Ronald Hernández por derecha fue para el olvido durante la primera mitad.
Punto para el VAR
El tan polémico videoarbitraje tuvo muy poco trabajo en Barranquilla. A la terrible lesión sufrida por Santiago Arias le siguió una tarjeta roja injusta a Darwin Machís, la cual tuvo que rectificar el árbitro luego de consultar con el VAR. El volante venezolano tuvo un choque fortuito con el lateral que desafortunadamente terminó con una fractura en el tobillo.
Se buscan
Partido más que gris y de muy poca participación para los hombres más ofensivos de Venezuela. El Darwin Machís del Granada no tuvo oportunidad de deslumbrar, ni siquiera cuando Colombia cedió terreno por la ventaja en el marcador. Además de él, Jhon Murillo también estuvo desaparecido en gran parte del compromiso. Todo eso provocó que Sergio Córdova no lograra contar con alguna ocasión de cara al arco ante la falta de juego de sus compañeros. Asimismo, ninguno de los suplentes que entraron pudieron marcar diferencias. Fue un equipo sin ideas y desorientado.
Escrito por: Theoscar Mogollón (@theo_mogollon)
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